José, el niño que quería ser caballero
Erase una vez el hijo de un marqués llamado José, tenía el pelo negro, con ojos azules, era de estatura media, nariz chata, boca pequeña y extremidades normales.
Su carácter era alegre y amable. Tenía muchos amigos como: Juan, Luis, Pedro, Amanda, Ana, Laura...
Después de salir de la escuela se fue a casa e hizo los deberes.
Cuando estaba estudiando se durmió y se sumergió en un profundo sueño...
Una voz misteriosa le dijo:
- José despiertate, es hora de hacer el pan.
José extrañado se levantó, se lavó la cara y se puso la ropa. Vió que su supuesto padre había cambiado de oficio !en vez de marqués era panadero¡. Acompañó a su supuesto padre hasta la panadería que se llamaba " El Horno”. En cuanto vio unas barras de pan se imaginó que podía jugar con ellas pero su padre le dijo:
- José vamos no te duermas tenemos que hacer el pan a tiempo y después venderlo.- le contestó su supuesto padre.
-Vale ahora voy - dijo José.
Después de hacer el pan, José se fue a la escuela pero claro no sabía por donde era el camino, preguntó a algunas personas pero todo el mundo lo conocía y decían "que bromista es este niño". Entonces, un niño que le vio le dijo:
- Por la izquierda, después giras a la derecha, lue... Pedro se paró porque vio que la cara de José no estaba confundida y le dijo:
-Mira yo también voy a la escuela, si quieres vamos juntos, ¿qué dices?
- Vale, gracias.
Se fueron juntos a la escuela, pero a la salida Pedro se fue a su casa. Los matones de la escuela persiguieron a José, ya que era nuevo y como de costumbre siempre les pegan o les quitan el dinero.Los matones que estaban hartos de perseguirle le dijeron:
-Ya que te escapas te retamos a un duelo de espadas, si no aceptas todo el pueblo se reirá de ti.
José aceptó porque al pensar que todo el pueblo se reiría de él o le llamarán gallina puede que a su padre le pusiera en un gran apuro, ya que todo el pueblo le conoce, porque dirían "
Se fue corriendo a casa y se lo dijo a su padre.
Su padre le tranquilizó y le dijo:
-¿Cuándo es el reto?
-Dentro de dos semanas.
Su padre que había estado en la mili, le enseñaron a usar una espada como un verdadero caballero. Y le dijo a José:
- Dentro de dos semanas es el reto, ¿no?, pues entonces yo te enseñaré a ser un verdadero caballero, y a esos matones les enseñarás una lección.
Entrenaban día y noche, solo paraban para dormir, para comer y para asearse. Cuando llevaban una semana y cuatro días José era muy bueno, que digo, buenísimo y su padre le dijo:
-José ya vale, ya estas suficientemente preparado, sólo te tengo que enseñar otra cosa muy importante, el `punto débil de los contrincantes.
Al día siguiente, José se fue a la escuela como todos los días. Cuando terminó se fue a casa comió hizo los deberes, ayudó en las tareas de casa. Más tarde su padre le enseñó cuál suelen ser los puntos débiles de los contrincantes. Pero eso a José, no se le quedo muy bien y su padre le dijo:
-No te preocupes seguiremos entrenando hasta el día del reto, así les podrás ganar.
-Gracias, padre- dijo José.
A las seis vinieron sus amigos y le preguntaron si podía salir a jugar, pero dijo:
- No, no puedo tengo que entrenar para el reto, gracias por la oferta.
Sus amigos dijeron " se está sacrificando mucho espero que gane y que esos matones no nos vuelvan a molestar y nos dejen tranquilos de una vez por todas".
-Mañana será el reto tengo que levantarme hacer el pan y entrenar muy duro para poder ganar a esos matones.
Cuando estaban haciendo el pan su padre le vió muy nervioso y le dijo:
-José, el verdadero caballero no tiene que ser vencido por el miedo sino que tú debes vencerlo, entrenaremos muy duro hasta la hora del reto no te preocupes.
- Vale te haré caso padre.
José entrenó muy duro hasta las nueve de la noche cenó y se metió a la cama.
A José esa misma noche le costó dormir, pero al final cuando ya quedó dormido soñó con el reto:
Después de salir de la escuela fue a casa, comió y a las cinco se fue al reto. Todo el mundo estaba a la salida de la escuela impaciente por el reto, estaban esperando a José para ver cómo les daba una lección a esos matones.
Pero, cuando empezaron, José se puso muy nervioso y perdió, en aquel momento todo el mundo se rió del él. José pasó un mal rato.
De repente José se despertó sudando. Menos mal solo era una pesadilla. En aquel momento entraba su padre para decirle:
-José hoy te libras de hacer el pan pero levántate o no llegarás a la escuela. José se levantó, desayunó y se despidió de su madre para ir a la escuela.
Cuando fue a la escuela todo el mundo le decía:
-Vamos José, acaba con ellos, tú puedes así nos dejarán en paz y no volverán a amenazarnos en el recreo.
Mientras estaban en clase José estaba pensando en el reto. Su profesora Pilar que le vio dijo:
-Escuchad todos, hoy y solamente hoy, os dejo salir al recreo, excepto tú José que quiero hablar contigo.
Todo el mundo se fue y José le dijo:
-Profesora que quiere.
-Quería decirte, que si no ganas no importa, porque todo el pueblo está contigo ¿vale?
-Vale señorita gracias.
José se tranquilizó un poco después de lo que le dijo Pilar.
Llegó la hora del recreo, José vió a esos matones que le amenazaron y le llamaron :
"Gallina"
José no les hizo ni caso y siguió jugando con sus amigos.
Pronto terminó el recreo, se fueron a clase, les tocaba Matemáticas, cada vez que miraba una operación de Matemáticas veía la pelea del reto.
¿Se estaría volviendo loco? ¿Qué le pasaría?
Pilar dijo:
- José, ¿cuánto es el área de este polígono?
- Siete decímetros cuadrados
- Ja, ja, ja, ja ,-se rieron sus compañeros.
- José, ¿te preocupa lo del reto?
- Bueno.... un poco.
-José, no tienes porque preocuparte, ya sabes lo que te dije antes, ¿te acuerdas?
- Sí, profesora.
-Vale, pues entonces no tienes que preocuparte, venga vamos a seguir con las clases.
Toda la clase le dijo:
-Es verdad, José, no te preocupes nosotros te apoyaremos pierdas o no ¿vale?
Vale gracias a todos que me estáis apoyando mucho y os lo agradezco pero, intentaré ganar por vosotros.
Todo el mundo le aplaudió y le dijo uno por uno" gracias tú puedes", otros "venga campeón acaba con ellos" así uno a uno se lo fue agradeciendo.
- Gracias chicos- dijo José.
Cuando salieron de la escuela, José comió, terminó a las dos y media y entrenó muy duro.
A las cuatro y media se duchó se puso una ropa de auténtico caballero y su padre le dijo :
-Pase lo que pase, recuerda que los nervios y el miedo no te venzan ¡vale!
-Vale.-contestó José.
Su padre le dio una pulsera que siempre llevaba él en las guerras y le dijo:
-Pase lo que pase no te la quites esta pulsera tiene algo especial que te da un poder para no temer a la muerte, al miedo...etc.
José la cogió y le dio las gracias a su padre.
José, a las cinco fue a la plaza, allí estaba todo el pueblo José se asustó porque vio que en vez de tres matones había seis.
Empezó el reto y el primero con el que se enfrentó fue contra el más débil'' Juan''.
Le ganó pero a José le empezaron a entrar nervios y recordó lo que le había dicho su padre, también la pulsera le ayudó.
Más tarde después de enfrentarse con todos le toco con el mas fuerte y mejor. A José le dolía mucho la pierna pero siguió luchando hasta vencerles. Después los matones le dijeron que harían lo que fuese pero que el pueblo no se riera de ellos, José les dijo lo que le habían pedido sus compañeros que era que les dejaran en paz en el recreo y en más sitios. Los matones aceptaron y a José le dieron adultos y niños las gracias.
Cuando terminó todo, José le dijo a su padre que le dolía mucho la pierna, se la miró. Tenía un pequeño golpe , no era de mucha importancia.
Cuando llegaron a casa su padre le felicitó y le dijo:
-Ves, José, no hay que temer porque las cosas se consiguen con esfuerzo no con decir va ya está ya me lo harán y no hay la gente se equivoca hay que hacerlo con esfuerzo y con paciencia.
José le dijo a su padre que tenía razón y le dio las gracias por todo lo que había hecho por él. Su padre le dijo que no tenía importancia y le dio un beso en la frente.
José sabía que mañana sería el ultimo día y quería disfrutarlo a fondo.
Cuando se despertó por la mañana José se lavó la cara se vistió y desayunó con su padre y su madre. Como era sábado José llamó a sus amigos pero nadie podía quedar le dijeron que en todo caso por la tarde a la seis y media. Todos los amigos le decían lo mismo. Mientras tanto José jugaba un poco con su padre, llamaron a la puerta era Pedro que le dijo:
-Ven corre, que te tengo que enseñar una cosa.
José le siguió y Pedro le dijo que se vendara los ojos.Pasado un poco tiempo le mandó quitarse la venda y todos los niños de la escuela le gritaron"!!!SORPRESA¡¡¡", José se emocionó y todos le dijeron que no podían quedar por esto. José les dio las gracias y dijo que empiece la fiesta. Todo el mundo comió, jugó etc. Al acabar dijo: espero que os lo paséis muy bien pero ahora me tengo que ir. José pensó que como ya no les iba a volver a ver les pidió una firma de cada uno así les podría recordar para toda la vida. Fue a casa cenó y antes de meterse en la cama les agradeció a sus padres todo lo que habían hecho por él.
Al despertarse ya era de día y sus padres verdaderos entraron en la habitación y le dijeron:
-Es hora de levantarse dormilón, hay que desayunar e ir a casa de tu abuela, porque hoy como todos los sábados toca ir a verla.
José saltó de la cama y les abrazó, y cuando se fue su madre a preparar el desayuno José le dijo a su padre que si podía comprar unas espadas de madera para entrenar juntos, su padre le dijo que si y, después todos los días entrenaban un poco.
José se hizo mayor, era un verdadero caballero. Cuando se hizo mayor José todavía conservaba la hoja con todas sus firmas de sus amigos del cuento no me digáis como, sera magia... sera otra cosa quien sabe lo que importa es que José aprendió una lección y cumplió su sueño que era que quería ser caballero.
Cuando tenía cuarenta y cinco años escribió un libro sobre el sueño que tuvo. Aquel libro fue muy famoso porque enseña muchas cosas que hay que saber apreciar, también los niños le pidieron autógrafos y algunos le pidieron si podía enseñarles como manejaba la espada, a los niños les sorprendieron porque siendo ya tan mayor no perdió la experiencia y fijaros cuantos años tenía. Vieron como en un sueño se puede aprender a manejar la espada y las lecciones que le enseñó su supuesto padre.
Fijaos este es el sueño de José, pero puede que tu tengas otra que también te enseñe cosas muy importantes para la vida.
Nunca se sabe, como los sueños pueden enseñarnos cosas de la vida muy útiles.