miércoles, 27 de mayo de 2009

5 Inés y Estíbaliz


LA NIÑA QUE SE PERDIÓ

     Érase una vez una niña llamada Elena. Ella era alta, de pelo largo y ojos azules. Un día salió a pasear al bosque, se hizo de noche y no sabía por dónde volver a casa. Estuvo caminando mucho rato hasta que llegó a una ciudad llamada Burdeos (Francia). Cuando llegó fue a parar a un parque, y allí se encontró a un señor con un perro. 
El señor la preguntó que la pasaba.      
La niña le contestó:
-Me he perdido y no sé volver a casa.
-¿Quieres venir a mi casa hasta que encontremos tu casa?-le preguntó el señor.
-Sí, me encantaría- afirmó la niña.
 Y los dos juntos se fueron a casa del señor que estaba en el centro de la ciudad.
 Cuando llegaron a la casa del señor, Elena se alegró mucho de tener un hogar dónde pasar la noche.     
 Por la mañana se levantó temprano y se marchó. Estuvo toda la mañana buscando el camino para regresar a su casa, pero se perdió aún más.
Tras caminar un rato entró a un bar y allí había una mujer alta, de pelo largo y moreno que vestía una ropa un poco extraña.

La mujer se levantó y se dirigió hacia la niña, allí le preguntó:
-¿Qué te pasa?
-Me he perdido y no tengo un hogar.-contestó la niña
-¿Quieres que yo te cuide hasta que encontremos tu casa?-le preguntó la mujer.
-Vale, la contestó la niña.

Y las dos salieron del bar, por el camino la mujer la preguntó: 
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Elena,¿y tú?-dijo la niña.

-Yo me llamo Laura-contestó ella.
Después de caminar un rato Laura vió un supermercado y dijo:
-Espérame aquí, que tengo que ir al supermercado a comprar la comida.
-¡No, yo quiero ir contigo!-gritó Elena.
Las dos juntas entraron al supermercado y una vez allí compraron:
 - Tomate   
 -Cebolla
-Carne
-Espaquetis
-Legumbres
-Leche
Y muchas cosas más.

Cuando salieron del supermercado se fueron a la casa de Laura. Una vez allí  Laura preparó la cena y cuando estuvo lista, preparó la mesa y las dos se pusieron a cenar. Después ya era tarde y Elena se quedó dormida en el sillón, al verla Laura la tapó con una manta y se fue a la cama. 
 Al día siquiente Laura y Elena se fueron en coche hasta el bosque en el que se había perdido la niña. Cuando llegaron Laura aparcó el coche y las dos entraron en el inmenso bosque, después de caminar mucho rato, al fondo vieron una pequeña casa y Elena corrió hacia ella porque pensaba que era su casa pero se llevó una gran decepción al ver que solo era una casa abandonada. Así que se volvieron a casa de Laura en aquella ciudad de Francia.
 Al día siquiente era lunes y Laura se tenía que ir a trabajar así que estuvo toda la noche buscando un sitio donde dejar a Elena mientras ella se iba a trabajar toda la mañana.   
Después de buscar un buen rato, al fin encontró un tipo de guardería. Cogió el teléfono y llamo al número indicado, llamó  muchas veces hasta que se lo cogieron.
-¿Sí, quién es?-preguntó una voz.
-Hola, buenas noches, ¿hay alguna plaza libre para dejar a una niña?-preguntó Laura.
-Sí, venga mañana por la mañana con la niña-contestó la voz.
-Vale, ¿y, a qué hora?-preguntó Laura.
-Pues...a las 8:00-dijo la voz.
-Bueno, pues allí estaré-respondió Laura y colgó el teléfono.
Cuando llegó el lunes, Laura se levantó pronto, se preparó y llamó a Elena para ir a la guardería.
Pasó el día y Laura salió de trabajar, por la tarde fueron  al bosque y encontraron la casa de Elena.     
 Se fueron acercando a ella y cuando estaban  cerca Elena hecho a correr y llamó a la puerta, después de esperar un rato se abrio la puerta y Elena gritó de alegria:
- ¡MAMÁ!
 Cuando la vió su madre se puso muy contenta, las dos se abrazaron y se dieron un beso. Se lo agradecieron mucho a Laura y Elena prometió que nunca volvería a pasear sola por el bosque y que cada mes la iría a visitar a su casa en Burdeos (Francia).