martes, 2 de febrero de 2010

El Gran Tesoro

Había una vez unos piratas, a los que les encantaban asaltar los pueblos por la noche. Decidieron asaltar Notemburgo, a las 3 de la mañana. Cuando llegaron las 2 de la mañana estaban preparando todo para el asalto, iban a llevar:
Una soga, detectores de alarmas, ya que eran unos piratas muy modernos, máscaras para que no descubrieran sus rostros, detectores de rayos lasers, una cuerda con un gancho para trepar, bolsas para meter el botín y por supuesto una pistola con una bala...
Irían: Serenad, Brosquel, Nisal y por supuesto el capitán Magham Maganddi.
Los demás se quedarían a vigilar por si acaso viene la policía o cualquier testigo.
Primero decidieron atracar la joyería La Española, todo salió de maravilla.
Más tarde atracaron el banco Sonrisas Caritativas, pero esta vez les vio un señor llamado John Smith, resultaba que era el sobrino del capitán Magham Maganddi.
Todos los asaltantes corrieron para atraparle, pero John conocía un atajo para llegar antes donde su panda para tenderles una trampa y llevarles ante la policía.
Cogió una cuerda por el camino y llamó a su panda con el wualkitalki todo estaba listo, solo faltaba en cebo en este caso iba a ser John. Al final cayeron en la trampa.
Cuando regresaron por la mañana,¡Habían desaparecido! Cuando miraron a su alrededor estaban todas las cristaleras de las tiendas rotas. John contó a la policía que habían sido los piratas del barco fantasma. La policía contó a John y su panda que daban 1.000.000 dólares a quienes atrapasen vivo o muerto al capitán Magham Maganddi.
Al oír eso la panda de John decidieron ir en busca de ellos, así podrían ayudar a sus familias, como eran pobres necesitaban dinero a toda costa, estaban en la ruina.
Le pidieron un barco al vigilante del puerto, estaba un poco dañado, pero con una capa de pintura y un par de arreglos quedará como nuevo y podrán zarpar en busca del Capitán del barco fantasma. Al cabo de una semana ya estaba listo el barco, zarparían por la noche para que sus padres no se enteraran, también John cogería la caña de pescar de su padre para no pasar hambre y algo de carne y fruta.
Cuando llegó el amanecer, partieron, tal y como se había previsto. El capitán sería, por supuesto, John, el contramaestre Jaset, el vigilante Frank, las cocineras Melisa junto con Petra y Margaret, Teo se encargaba de rizar las velas junto con Fidel, Marco y Josué. Josué se iba a encargar de pescar algo de comida para comer. Petra y Melisa como no tenían nada que hacer se dedicaban a estudiar algún plano que les pudiera interesar, ya de paso, si les daba tiempo  podrían buscar algún tesoro.                                                                         
Navegaron siete días y siete noches y ni rastro del capitán Magham Maganddi.
Cuando estaban casi sin provisiones encontraron una isla, Petra con mucha curiosidad buscó en unos libros que había en la bodega, y en efecto aparecía esa isla con un tesoro oculto y un mapa para encontrarle, y de repente ¡Bum! Oyeron un cañonazo, por poco no les dio. Frank con su catalejo dibisaba una bandera de:
-¡Piratas! ¡Piratas! ¡Piratas! ¡Es el capitán! ¡Busca venganza!
John dijo:
-¡Rápido, no podemos dejar que nos alcancen! ¡Desplegad las velas! ¡O serviremos de comida para los tiburones!
Se pusieron manos a la obra, Melisa, Petra y Margaret cogieron todos los mapas con tesoros ocultos y sin la menor duda, el mapa para volver a casa.  
Se refugiaron en el corazón de la isla. Lo primero que hicieron los piratas fue quemar su barco para que no pudieran volver a casa.
John, con un poco de paciencia calmó a los demás, y continuación dijo:
-Bien, ya sé que nos hemos perdido lo primero que vamos a hacer será construir nuestra guarida secreta para que no nos encuentren los malvados piratas. Melisa, Petra y Margaret buscaréis agua y comida, Frank vigilará por si acaso vienen los piratas y el resto construiremos la guarida, ¿entendido? 
Terminaron de hacer todo sobre las 8 de la noche, cenaron y se durmieron.
Al día siguiente, Marisa, Petra y Margaret se quedaron a buscar alimentos y preparar la comida. Los demás se fueron a buscar el tesoro. Pasaron por: arenas movedizas, zonas con muchas serpientes, puentes rotos…Pero, al final mereció la pena porque encontraron el tesoro y le llevaron a la guarida secreta.
El siguiente paso era construir el barco. Para ello se fueron al otro extremo de la isla, allí estarían a salvo. Tardaron un mes en construirlo. Ya sólo faltaba capturar al capitán
Magham Maganddi. Construyeron una trampa que consistía en: John sería el cebo, Margaret y Petra le atraparían, mientras tanto, los demás entretendrían a la tripulación. Así lo hicieron, todo salió de maravillas. Le encerraron en una pequeña salita vacía.  
Al cabo de siete días ya estaban en casa, se prepararon para la bronca de sus padres.
Cuando fueron a enseñarles el prisionero sus padres le dijeron:
Te habrás equivocado, este es tu tío Magham Maganddi, entonces él confesó en efecto soy tu tío y soy el famoso pirata al que todos conocéis. Al oír esto, decidieron darle otra oportunidad. El tesoro decidieron repartirlo entre todo el pueblo, por el día de los Reyes Magos, así, todo el pueblo sería un poco más feliz.
En cuanto a su tío Magham Maganddi cenó con ellos, descubrió que el tesoro más grande no es el dinero sino el amor, la familia y la felicidad. 
Blanca