miércoles, 27 de mayo de 2009

8 Guille y Alvaro M


LA GUERRA DE LOS SUPERHÉROES

 Érase una vez unos superhéroes llamados Rachet y Clanck. Era un día nublado. El presidente de todos los planetas que gobernaba el universo llamó a los agentes secretos Rachet y Clanck. Había una invasión en el planeta Tomatus, eran unos alienigenas con tres ojos "y otras tres cosas que no vamos a comentar".
Eran verdes y morados y su capitán era Anakin. Tenían 2 pistolas en cada manos y su capitán un sable eléctrico capaz de matar cualquier cosa. Rachet y Clanck los superhéroes secretos se dirigían al planeta Tomatus, estaba a 1000 años luz pero con la nave especial de Rachet viajaba a la velocidad de la luz y llegaron a tiempo para salvar el planeta Tomatus.
Empezaron a luchar una batalla a vida o muerte infernal, solo quedaron 3 Rachet Clanck y Anakin el capitán de los tiradroides. Iba ganando Anakin pero Rachet encontró una nueva arma escondida en la superficie del planeta Tomatus. Y le disparó en su punto débil la rodilla y se cayó del planeta al espacio mediante una grieta en el planeta por la batalla. En el espacio un agujero negro lo absorbió y Rachet y Clanck salieron ilesos e iban rumbo a la Tierra una amenaza llegaba a la Tierra ellos no lo sabían la amenaza era de inmensa fuerza.  Rahet y Clank no sabían que esta vez la pelea iba a ser muy difícil. Porque se habían aliado con los alienígenas más fuertes del universo los trogloditas tenían una fuerza que no se lo podían imaginar. El presidente del universo les llamó a su nave, estaban en medio del espacio Rachet tomándose un refresco cogió el teléfono y dijo:
-¿Quién es?
-Soy el presidente del universo tenéis una nueva misión tenéis que ir a la Vía Láctea al planeta Tierra está amenazado por Anakin, su ejército y los trogloditas.
- ¿Los trogloditas? Y el capitán de los troglodias ¿Quién es?
Ovi wan, necesitamos un ejercito.
-Ya le tenéis Goku, Vegeta, Trunks, Son gohan y Son goten.
-Vale con ellos podremos ganar.
-No tardéis ya están llegando.
-Ya casi hemos llegado. Adiós
Rachet y Clanck estaban tranquilos ellos pensaba que la pelea iba a ser fácil. Ya han llegado a la Tierra. Los Trogloditas todavía no habían llegado se metieron la cámara de entrenamiento que un "día es un año" se metieron a entrenar. Allí empezaron a entrenar peleando... Llegaron los trogloditas con Anakin y Ovi wan empezaron a luchar. Rachet disparava con todas sus pistolas pero
eran demasiados."después de 2 horas"

-Soy el gobernador, que tal vais.
-Bien  pero... Donde es tan los refuerzos.
-¿Todavía no están ahí?
-No, no están, espera están llegando.
-Vegeta, Goku, Trunks.
-Los otros dos están bloqueando la entrada a los trogloditas - dijo vegeta-
-Vale, vale pues vamos a empezar a sacar sangre a los trogloditas.
"Después de 10 horas"
Eh, eh, eh estoy cansado ya hemos matado a todos los trogloditas solo nos quedan sus capitanes Anakin y Ovi wan y Anakin está herido y será fácil matarlo.
-Goku, Vegeta id a por Anakin -dijo Clanck-
-Ok recibido, sera fácil sacarle la poca sangre que le queda a ese inútil.
Vegeta y Goku empezaron a luchar a muerte Vegeta estaba distraído cuando zas Anakin le pegó un corte con su espada laser a Vegeta estaba perdiendo mucha sangre pero Goku que tenía unos polvos que curaban todo tipo de heridas se los echó y se la curó.
Goku y Vegeta de una llave le mataron y cogieron su sable. Rachet y Clanck estaban en el suelo y les iba a matar Ovi Wan cuando, Goku aparecio con el sable y se le clavó en la espalda le habían matado fue muy muy difícil pero lo consiguieron salvar la Tierra y el planeta Tomatus pero será el íltimo planeta que salven no lo sabemo seguro que no.

11 Mario y David


LA DESAPARICIÓN  

Érase una vez un niño llamado Godofredo que iba todos los domingos a comprar el pan.
Godofredo tenía una hermana llamada Ricarda y unos padres llamados Walter y Juana.
Un domingo salió con sus amigos a jugar al fútbol en las eras del  pueblo llamado San Sebastián de los Reyes. Cuando terminó de jugar fue a la panadería .
En un banco estaba un señor con mala pinta. Cuando salió de la panadería el señor le dijo:

-¿Quieres venir conmigo a la furgoneta  tengo golosinas?-preguntó el señor extraño.
-¡Vale me encantan las golosinas!-respondió Godofredo.  
 El señor le llevó con la furgoneta hacia un pueblo de Madrid.
  Godofredo preguntó :
-¿Dónde estamos?
-Vamos a por las golosinas.
-¿Tardaremos mucho en llegar a mi casa?
-No- respondió el hombre.
Ya era de noche y Godofredo dijo:
-Llévame a casa ahora mismo.

Él le dijo que le había secuestrado y que él era un secuestrador.
El siguiente día su familia preocupada llamó a la policía.

Ésta empezó a buscarle por todas partes y al no aparecer supieron que era un secuestro.
Estuvieron una semana buscándole por los pueblos de alrededor de Madrid  y no le encontraron. La familia cada vez estaba más preocupada y pensaban que le había pasado algo malo. En casa del secuestrador consiguió coger el móvil y hacer una llamada perdida a sus padres; la policía rastreó la llamada y dio con la casa del hombre malvado y rescataron al niño.

Cuando volvió a ver a sus padres todos se alegraron muchísimo e hicieron una fiesta para celebralo: fueron todos juntos a merendar un pizza. El hombre estuvo 10 años en la cárcel y cuando salió se dio cuenta de que no podía hacer algo así otra vez.

1 Jaime y Pablo


EL GRAN SALTO 

Hace un año, un niño llamado Pablo estaba practicando salto de trampolín. Le vieron los seleccionadores se alegraron pero cuando les dijo que se tenían que ir a Madrid a vivir se lo pensaron durante un tiempo y dijeron que sí. Cuando se lo dijo a los seleccionadores le dijeron que había otro chico bastante bueno.
Al día siguiente fue a entrenar a la piscina antes de mudarse a Madrid. Por la noche no podía dormir por el casting del día siguiente. Se despertó y fue a desayunar y se fue a la piscina a esperar a hacer la digestión. Terminó de hacerla y fue hacia el trampolín a saltar y se lanzó al agua haciendo un mortal le vio el entrenador ruso y le dijo que si  quería ir a su equipo. Le dijo que estaba comprometido con el seleccionador español pero le dijo que iba a hacer un casting y si no entraba iba a ir a su equipo.
Por fin llegó el casting y le tocó primero al otro niño. Hizo un buen salto y le dio buena suerte a Pablo. Pablo se dirigió al trampolín, subió y saltó al agua haciendo un mortal. El seleccionador español les dijo que como lo habían hecho tan bien, les admitió a los dos.
Se pusieron muy contentos y para celebrarlo se fueron a una heladería cercana.
El seleccionador les dijo  que al mes siguiente se celebraba el campeonato mundial de salto de trampolín en Roma y tenían reservado un hotel de cinco estrellas y el vuelo en un avión supersónico. En cuanto se lo dijo a sus padres se alegraron porque siempre habían querido ir a Roma.
Esa noche se fueron  a cenar a un restaurante.
A la mañana siguiente Pablo se fue a entrenar a la piscina municipal. Cuando fue a saltar, el seleccionador ruso le vio y le dijo que si le habían admitido y Pablo dijo sí. Todos los días iba a entrenar y aprendía a hacer cosas nuevas.
Los días iban pasando y ya quedaban pocos días pero cuando solo quedaban tres días el otro niño llamado Álvaro fue a hacer un trescientos sesenta se dio un golpe con el brazo en el bordillo y se lo rompió.
Al día siguiente les dijo que no a ver la final de la champions entre el Barça y el Manchester  que ganó el Barça y Leo Messi le dio su camiseta y el balón del partido por ganar el campeonato de salto de trampolín.
Cuando llegó a España todos le dieron la enhorabuena.
   

5 Inés y Estíbaliz


LA NIÑA QUE SE PERDIÓ

     Érase una vez una niña llamada Elena. Ella era alta, de pelo largo y ojos azules. Un día salió a pasear al bosque, se hizo de noche y no sabía por dónde volver a casa. Estuvo caminando mucho rato hasta que llegó a una ciudad llamada Burdeos (Francia). Cuando llegó fue a parar a un parque, y allí se encontró a un señor con un perro. 
El señor la preguntó que la pasaba.      
La niña le contestó:
-Me he perdido y no sé volver a casa.
-¿Quieres venir a mi casa hasta que encontremos tu casa?-le preguntó el señor.
-Sí, me encantaría- afirmó la niña.
 Y los dos juntos se fueron a casa del señor que estaba en el centro de la ciudad.
 Cuando llegaron a la casa del señor, Elena se alegró mucho de tener un hogar dónde pasar la noche.     
 Por la mañana se levantó temprano y se marchó. Estuvo toda la mañana buscando el camino para regresar a su casa, pero se perdió aún más.
Tras caminar un rato entró a un bar y allí había una mujer alta, de pelo largo y moreno que vestía una ropa un poco extraña.

La mujer se levantó y se dirigió hacia la niña, allí le preguntó:
-¿Qué te pasa?
-Me he perdido y no tengo un hogar.-contestó la niña
-¿Quieres que yo te cuide hasta que encontremos tu casa?-le preguntó la mujer.
-Vale, la contestó la niña.

Y las dos salieron del bar, por el camino la mujer la preguntó: 
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Elena,¿y tú?-dijo la niña.

-Yo me llamo Laura-contestó ella.
Después de caminar un rato Laura vió un supermercado y dijo:
-Espérame aquí, que tengo que ir al supermercado a comprar la comida.
-¡No, yo quiero ir contigo!-gritó Elena.
Las dos juntas entraron al supermercado y una vez allí compraron:
 - Tomate   
 -Cebolla
-Carne
-Espaquetis
-Legumbres
-Leche
Y muchas cosas más.

Cuando salieron del supermercado se fueron a la casa de Laura. Una vez allí  Laura preparó la cena y cuando estuvo lista, preparó la mesa y las dos se pusieron a cenar. Después ya era tarde y Elena se quedó dormida en el sillón, al verla Laura la tapó con una manta y se fue a la cama. 
 Al día siquiente Laura y Elena se fueron en coche hasta el bosque en el que se había perdido la niña. Cuando llegaron Laura aparcó el coche y las dos entraron en el inmenso bosque, después de caminar mucho rato, al fondo vieron una pequeña casa y Elena corrió hacia ella porque pensaba que era su casa pero se llevó una gran decepción al ver que solo era una casa abandonada. Así que se volvieron a casa de Laura en aquella ciudad de Francia.
 Al día siquiente era lunes y Laura se tenía que ir a trabajar así que estuvo toda la noche buscando un sitio donde dejar a Elena mientras ella se iba a trabajar toda la mañana.   
Después de buscar un buen rato, al fin encontró un tipo de guardería. Cogió el teléfono y llamo al número indicado, llamó  muchas veces hasta que se lo cogieron.
-¿Sí, quién es?-preguntó una voz.
-Hola, buenas noches, ¿hay alguna plaza libre para dejar a una niña?-preguntó Laura.
-Sí, venga mañana por la mañana con la niña-contestó la voz.
-Vale, ¿y, a qué hora?-preguntó Laura.
-Pues...a las 8:00-dijo la voz.
-Bueno, pues allí estaré-respondió Laura y colgó el teléfono.
Cuando llegó el lunes, Laura se levantó pronto, se preparó y llamó a Elena para ir a la guardería.
Pasó el día y Laura salió de trabajar, por la tarde fueron  al bosque y encontraron la casa de Elena.     
 Se fueron acercando a ella y cuando estaban  cerca Elena hecho a correr y llamó a la puerta, después de esperar un rato se abrio la puerta y Elena gritó de alegria:
- ¡MAMÁ!
 Cuando la vió su madre se puso muy contenta, las dos se abrazaron y se dieron un beso. Se lo agradecieron mucho a Laura y Elena prometió que nunca volvería a pasear sola por el bosque y que cada mes la iría a visitar a su casa en Burdeos (Francia).   

Alejandra y Blanca

   
   José, el niño que quería ser  caballero    
 
Erase una vez el hijo de un marqués llamado José, tenía el pelo negro, con ojos azules, era de estatura media, nariz chata, boca pequeña y extremidades normales.  
Su carácter era alegre y amable. Tenía muchos amigos como: Juan, Luis, Pedro, Amanda, Ana, Laura...  
Después de salir de la escuela se fue a casa e hizo los deberes.    
Cuando estaba estudiando se durmió y  se sumergió en un profundo sueño...  
Una voz misteriosa le dijo:  
- José despiertate, es hora de hacer el pan.  
José extrañado se levantó, se lavó la cara y se puso la ropa. Vió que su supuesto padre había cambiado de oficio !en vez de marqués era panadero¡. Acompañó a su supuesto padre hasta la panadería que se llamaba " El Horno”. En cuanto vio unas barras de pan se imaginó que podía jugar con ellas  pero su padre le dijo:  
- José vamos no te duermas tenemos que hacer el pan a tiempo y después venderlo.- le contestó su supuesto padre.   
-Vale ahora voy - dijo José.  
Después de hacer el pan, José se fue a la escuela pero claro no sabía por donde era el camino, preguntó a algunas personas pero todo el mundo lo conocía y decían "que bromista es este niño". Entonces, un niño que le vio le dijo:  
- Por la izquierda, después giras a la derecha, lue... Pedro se paró porque vio que la cara de José no estaba confundida y le dijo:  
-Mira yo también voy a la escuela, si quieres vamos juntos, ¿qué dices?  
- Vale, gracias.  
Se fueron juntos a la escuela, pero a la salida Pedro se fue a su casa. Los matones de la escuela  persiguieron a José, ya que era nuevo y como de costumbre siempre les pegan o les quitan el dinero.Los matones que estaban hartos de perseguirle  le dijeron:
-Ya que te escapas te retamos a un duelo de espadas, si no aceptas todo el pueblo se reirá de ti.
José aceptó porque al pensar que todo el pueblo se reiría de él o le llamarán gallina puede que a su padre le pusiera en un gran apuro, ya que todo el pueblo le conoce, porque dirían "   
Se fue corriendo a casa y se lo dijo a su padre.  
Su padre le tranquilizó y le dijo:  
-¿Cuándo es el reto?  
-Dentro de dos semanas.  
Su padre que había estado en la mili, le enseñaron a usar una espada como un verdadero caballero. Y le dijo a José:  
-  Dentro de dos semanas es el reto,  ¿no?, pues entonces yo te enseñaré a ser un verdadero caballero, y  a esos matones les enseñarás una lección.  
Entrenaban día y noche, solo paraban para dormir, para comer y para asearse. Cuando llevaban una semana y cuatro días José era muy bueno, que digo, buenísimo y su padre le dijo:  
-José ya vale, ya estas suficientemente preparado, sólo te tengo que enseñar otra cosa muy importante, el `punto débil de los contrincantes.   
Al día siguiente, José se fue a la escuela como todos los días. Cuando terminó se fue a casa comió hizo los deberes, ayudó en las tareas de casa. Más tarde su padre le enseñó cuál suelen ser los puntos débiles de los contrincantes. Pero eso a José, no se le quedo muy bien y su padre le dijo:  
-No te preocupes seguiremos entrenando hasta el día del reto, así les podrás ganar.  
-Gracias, padre- dijo José.  
A las seis vinieron sus amigos y le preguntaron si podía salir a jugar, pero dijo:  
- No, no puedo tengo que entrenar para el reto, gracias por la oferta.  
Sus amigos dijeron " se está sacrificando mucho espero que gane y que esos matones no  nos vuelvan a molestar y nos dejen tranquilos de una vez por todas".
-Mañana será el reto tengo que levantarme hacer el pan y entrenar muy duro para  poder ganar a esos matones. 
Cuando  estaban haciendo el pan su padre le vió  muy nervioso y le dijo: 
-José, el verdadero caballero no tiene que ser vencido por el miedo sino que tú debes vencerlo, entrenaremos muy duro hasta la hora del reto no te preocupes.  
- Vale te haré caso padre.  
José entrenó muy duro hasta las nueve de la noche cenó y se metió a la cama.  
A José esa misma  noche le costó dormir, pero al final cuando ya quedó dormido soñó con el reto:  
Después de salir de la escuela fue a casa, comió y a las cinco se fue al reto. Todo el mundo estaba  a la salida de la escuela impaciente por el reto, estaban esperando a José para ver cómo les daba una lección a esos matones.   
 Pero, cuando empezaron, José se puso muy nervioso y perdió, en aquel momento todo el mundo se rió del él. José pasó un mal rato.  
De repente José se despertó sudando. Menos mal solo era una pesadilla. En aquel momento entraba su padre para decirle:
-José hoy te libras de hacer el pan pero levántate o no llegarás a la escuela. José se levantó, desayunó y se despidió de su madre para ir a la escuela.  
Cuando fue a la escuela todo el mundo le decía:  
-Vamos José, acaba con ellos, tú puedes así nos dejarán en paz y no volverán a amenazarnos en el recreo. 
Mientras estaban en clase José estaba pensando en el reto. Su profesora Pilar que le vio dijo:  
-Escuchad todos, hoy y solamente hoy, os dejo salir al recreo, excepto tú José que quiero hablar contigo.  
Todo el mundo se fue y  José le dijo: 
-Profesora que quiere.  
-Quería decirte, que si no ganas no importa, porque todo el pueblo está contigo ¿vale? 
-Vale señorita gracias.  
José se tranquilizó un poco después de lo que le dijo Pilar.
Llegó la hora del recreo, José vió a esos matones que le amenazaron y le llamaron :
"Gallina"
José no les hizo ni caso y siguió jugando con sus amigos.
Pronto terminó el recreo, se fueron a clase, les tocaba Matemáticas, cada vez que miraba una operación de Matemáticas veía la pelea del reto.
¿Se estaría volviendo loco? ¿Qué le pasaría?
Pilar dijo:
- José, ¿cuánto es el área de este polígono?
- Siete decímetros cuadrados
- Ja, ja, ja, ja ,-se rieron sus compañeros.
- José, ¿te preocupa lo del reto?
- Bueno.... un poco. 
-José, no tienes porque preocuparte, ya sabes lo que te dije antes, ¿te acuerdas?
- Sí, profesora.
-Vale, pues entonces no tienes que preocuparte, venga vamos a seguir con las clases.
Toda la clase le dijo:
-Es verdad, José, no te preocupes nosotros te apoyaremos pierdas o no ¿vale?
Vale gracias a todos que me estáis apoyando mucho y os lo agradezco pero, intentaré ganar por vosotros.
Todo el mundo le aplaudió y le dijo uno por  uno" gracias tú puedes", otros "venga campeón acaba con ellos" así uno a uno se lo fue agradeciendo.
- Gracias chicos- dijo José.
Cuando salieron de la escuela, José comió, terminó a las dos y media  y entrenó muy duro.
A las cuatro y media se duchó se puso una ropa de auténtico caballero y su padre le dijo :
-Pase lo que pase, recuerda que los nervios y el miedo no te venzan ¡vale!
-Vale.-contestó José.
Su padre le dio  una pulsera que siempre llevaba él en las guerras y le dijo:
-Pase lo que pase no te la quites esta pulsera tiene algo especial que te da un poder para no temer a la muerte, al miedo...etc.
José la cogió y le dio las gracias a su padre.
José, a las cinco fue a la plaza, allí estaba todo el pueblo José se asustó porque vio que en vez de tres matones había seis.
Empezó el reto y el primero con el que se enfrentó fue contra el más débil'' Juan''.
Le ganó pero a José le empezaron a entrar nervios y recordó lo que le había dicho su padre, también la pulsera le ayudó. 
Más tarde después de enfrentarse con todos le toco con el mas fuerte y mejor. A José le dolía mucho la pierna pero siguió luchando hasta vencerles. Después los matones le dijeron que harían lo que fuese pero que el pueblo no se riera de ellos, José les dijo lo que le habían pedido sus compañeros que era que les dejaran en paz en el recreo y en más sitios. Los matones aceptaron y a José le dieron adultos y niños las gracias. 
Cuando terminó todo, José le dijo a su padre que le dolía mucho la pierna, se la miró. Tenía un pequeño golpe , no era de mucha importancia.
Cuando llegaron a casa su padre le felicitó y le dijo:
-Ves, José, no hay que temer porque las cosas se consiguen con esfuerzo no con decir va ya está ya me lo harán y no hay la gente se equivoca hay que hacerlo con esfuerzo y con paciencia.
José le dijo a su padre que tenía razón y le dio las gracias por todo lo que había hecho por él. Su padre le dijo que no tenía importancia y le dio un beso en la frente.
José sabía que mañana sería el ultimo día y quería disfrutarlo a fondo.
Cuando se despertó por la mañana José se lavó la cara se vistió y desayunó con su padre y su madre. Como era sábado José llamó a sus amigos pero nadie podía quedar le dijeron que en todo caso por la tarde a la seis y media. Todos los amigos le decían lo mismo. Mientras tanto José jugaba un poco con su padre, llamaron a la puerta era Pedro que le dijo:
-Ven corre, que te tengo que enseñar una cosa.
José le siguió y Pedro le dijo que se vendara los ojos.Pasado un poco tiempo le mandó quitarse la venda y todos los niños de la escuela le gritaron"!!!SORPRESA¡¡¡", José se emocionó y todos le dijeron que no podían quedar por esto. José les dio las gracias y dijo que empiece la fiesta. Todo el mundo comió, jugó etc. Al acabar dijo: espero que os lo paséis muy bien pero ahora me tengo que ir. José pensó que como ya no les iba a volver a ver  les pidió una firma de cada uno así les podría recordar para toda la vida. Fue a casa cenó y antes de meterse en la cama les agradeció a sus padres todo lo que habían hecho por él.
Al despertarse ya era de día y sus padres verdaderos entraron en la habitación y le dijeron:
-Es hora de levantarse dormilón, hay que desayunar e ir a casa de tu abuela, porque hoy como todos los sábados toca ir a verla.
José saltó de la cama y les abrazó, y cuando se fue su madre a preparar el desayuno José le dijo a su padre que si podía comprar unas espadas de madera para entrenar juntos, su padre le dijo que si y, después todos los días entrenaban un poco.
 José se hizo mayor, era un verdadero caballero. Cuando se hizo mayor José todavía conservaba la hoja con todas sus firmas de sus amigos del cuento no me digáis como, sera magia... sera otra cosa quien sabe lo que importa es que José aprendió una lección y cumplió su sueño que era que quería ser caballero.
Cuando tenía cuarenta y cinco años escribió un libro sobre el sueño que tuvo. Aquel libro fue muy famoso porque enseña muchas cosas que hay que saber apreciar, también los niños le pidieron autógrafos y algunos le pidieron si podía  enseñarles como manejaba la espada, a los niños les sorprendieron porque siendo ya tan mayor no perdió la experiencia y fijaros cuantos años tenía. Vieron  como en un sueño se puede aprender a manejar la espada y las lecciones que le enseñó su supuesto padre.
Fijaos este es el sueño de José, pero puede que tu tengas otra que también te enseñe cosas muy importantes para la vida.
Nunca se sabe, como los sueños pueden enseñarnos cosas de la vida muy útiles.               


miércoles, 13 de mayo de 2009

4 Raúl, Álvaro G e Iván

La Isla de Las Trampas 

En un lugar muy lejano, vivían tres niños que ya no eran tan niños porque Luis que era el mayor, un chico rubio y de ojos claros bastante alto, delgado e inteligente, que tenía buen apetito pero que como no paraba quieto nunca engordaba, ya tenía 15 años y Diego que era el más bajo de los tres, de pelo oscuro, pecas en la cara y ojos marrones y además tímido, tenía 13 años.
El más joven que también era su hermano, aunque había sido adoptado de recién nacido, era más alto que Diego, tenía los ojos verdes, era pelirrojo y tenía 11 años.  
Vivían con su madre en la casa más vieja de todo el pueblo. Era un pueblo pequeño situado entre montañas con muchas casas abandonadas, algunas se habían derrumbado por el paso del tiempo y las goteras.  
Su madre tenía casi cuarenta años y se encargaba sola de los niños, porque se había separado de su marido hace tres años.  
Un día, estando con su madre en el hospital de la ciudad, recibiendo medicinas para su enfermedad de cáncer, antes de que la operaran tuvo mala suerte y se murió, dejando a los niños huérfanos y quedándose Luis que era el mayor a cargo de sus hermanos pequeños.  
Por la noche mientras dormían soñaron los tres con su madre y en el sueño les dijo:
- "Hay una isla en la que guardo mis más preciadas pertenencias, está en el mar Cantábrico cerca de la bahía de Noja pero más al norte, está deshabitada y no es muy grande. Cuando baja la marea se puede cruzar andando aunque el agua cubre hasta las rodillas."  
Al despertarse sobresaltados por la mañana por la mañana por haber soñado con su madre se dan cuenta de que todos han tenido el mismo sueño y buscan la manera de llegar cuanto antes a esa isla. 
Con el dinero que su madre tenía en casa compran tres billetes de autobús para ir a Noja para ver como podían cruzar a la isla que les había dicho su madre.  
Cuando ya habían llegado a Noja preguntaron a un vecino del pueblo para ver dónde estaba la playa de "Ris" porque otro vecino ya les había dicho que desde esa playa se podía cruzar a una pequeña isla a la que nadie había ido desde hace años. 
Cuando llegaron a la playa vieron que no se podía cruzar a la isla porque estaba casi cubierta por el agua. Esperaron hasta mediodía cuando bajaba la marea y en cuanto bajó se fueron hacia la isla con los pantalones remangados hasta las rodillas y al llegar se sentaron en unas viejas ruinas para comerse unos bocadillos que se habían comprado en el pueblo antes de salir.  
 
Sin darse cuenta se quedaron dormidos, menos mal que estaban en un rincón de la vieja casa medio caída, porque cuando se hizo de noche hacía bastante frío.  
Mientras dormía soñaron otra vez con su madre, en el sueño les explicaba que con la marea baja podían llegar a la puerta del pasadizo que estaba en el acantilado que después de cruzarla debían cerrar otra vez para que el agua no volviera a llenar el pasadizo. 
A la mañana siguiente van al acantilado y cuando entraron por la puerta volvieron a cerrar como les había dicho su madre en el sueño pero al final del túnel no encuentran nada. Entonces es cuando el hermano pequeño, aunque no era el más bajo,  ve una piedra en el suelo y al pisarla sin querer, se abre otro pequeño pasadizo y en un lado había un pergamino con un mapa de los pasadizos de la isla. Indicaba dónde había trampas u por dónde había que ir par llegar a un cofre con un contenido que hasta ahora los hermanos no conocían. 
Siguiendo el mapa, se encuentran con una gran cueva y en el fondo hay dos cuerdas que, en el mapa, eran de la primera prueba. Debían ir por las cuerdas hasta el final de la cueva. Diego casi se cae pero consiguió sujetarse. Llegaron al final de las cuerdas, donde encontraron una estrecha pasarela sobre un pozo en el que habían un montón de serpientes, la pasarela era estrecha, pero gracias a la ayuda del hermano mayor, lograron pasar todos. 
Después, tenían que escalar una pared agrietada, y a la mitad de la escalada les  empezaron a caer rocas. Menos mal que había una gruta a mitad de la pared, se metieron allí para protegerse y esperaron a que no cayeran mas rocas.  
Siguieron subiendo después y encontraron una salida a la cueva. En la explanada había una cruz hecha con piedras en el lugar que el mapa indic"Pasad estas joyas de generación en generación para que se acuerden de vuestra abuela"  
Y se fueron con el cofre a su casa para idear un plan para poder pasarlo a los hijos que tuvieran y que ellos se lo pasen a los suyos.